Se constituye la Asociación de Vecinos

Por fin algo se mueve entre los vecinos: en los últimos meses se ha constituido la Asociación de Vecinos de las Tejeras y el Llano.

Esta semana se han celebrado dos reuniones ante los vecinos, donde se ha dado a conocer como "una asociación sin ánimo de lucro e ideología política, libre e independiente que tiene por único objetivo velar por los derechos de nuestro barrio", según las palabras de Pascual Martínez, su presidente.

La afluencia a estas reuniones ha sido aceptable, unas setenta personas en total, pero claramente insuficiente si tenemos en cuenta que en el barrio hay censados un millar de vecinos en la mayoría de edad.

Tras repasar los acuciantes problemas del barrio y las acciones prioritarias que tiene marcadas la AA.VV., una vez mas se pone de manifiesto el absoluto desconocimiento sobre el problema del ferrocarril que tiene la mayoría de vecinos: unos piensan que la llamada "variante del Reguerón" (extinta hace un lustro de cualquier viabilidad) acabará sacando a la vía de Las Tejeras, a otros el constructor de los pisos y dúplex del antiguo solar de la cerámica de Esteban Romero les ha "vendido" con solemnidad que la vía estará desmantelada en un futuro próximo... un desastre.

Ante estas falsas espectativas, los representantes de la Asociación dibujan el paisaje que nos espera si esperamos plácidamente que nuestro Ayuntamiento ejecute su aprobado Plan General de Ordenación Urbana: dos muros de tres metros de alto desde la base aérea de Sangonera hasta la estación de mercancías de Nonduermas, entre los cuales circularán cada cinco minutos trenes de mercancías peligrosas y de altas prestaciones a más de 250 km/h en el mayor nudo ferroviario de España.

En el peor de los paisajes, las Tejeras y el Llano serán el "ghetto" al que se accede por unos túneles con el cartel "en caso de lluvia no pasar" y unas pasarelas a siete metros de altura rodeadas de alambradas de seguridad.

Esperemos que el barrio se vuelque con esta recién nacida Asociación de Vecinos, y con su apoyo llene de pólvora el que posiblemente sea su último cartucho.